Pensando en el Salmo 126

 




Existen recuerdos que vienen a la mente muchas veces para mal, pero algunas veces para bien... Pero un Judío quizás diría “que importa si es malo o bueno, lo que importa del recuerdo de las experiencias pasadas es el poder y la obra maravillosa de Dios en tales experiencias". Muy a menudo frecuentamos en lamentarnos, ponernos triste por las experiencias trágicas que pasamos olvidándonos de Dios, cuando despojamos del círculo trágico de nuestra vida a Dios, ese círculo trágico seguirá siendo trágico y todo un caos sin salida, llena de oscuridad. Es la Luz del Evangelio que trae claridad y sentido. Es decir, dirección de sentido de vida en la realidad más oprimente y profundo de dolor que esté pasando. Así que, creo entender que las experiencias vividas que pasaron tienen vida en nuestro recuerdo solo cuando es atravesado por los actos de Dios. Jesús trae enseñanzas, lecciones, alegría y gozo; recuerdos dignos de gratitud y alabanza a Dios. Pero si desplazamos a Jesús por un momento de las experiencias pasadas; entonces todo será un recuerdo triste, sin sentido, sin dirección ni propósito. Lo que veo en este salmo es una oración profunda de una alegría y asombro de lo que viene haciendo Dios con su pueblo. Ciertamente el recuerdo de los israelitas descansa en la liberación del cautiverio y en consecuencia de esta gran obra salvífica el pueblo de Dios expresa una profunda alegría, manifiestan alabanzas en gratitud de quien es Dios.

El desafío que deja la primera parte del salmo a quienes lo leemos y meditamos es que podamos atesorar el hecho de que nuestras experiencias pasadas viven y cobran sentido con Jesús al punto de traer claridad, corrección, enseñanza para nuestro presente y futuro; para el salmista y el pueblo de Dios la experiencia pasada en Dios no trae tristeza ni dolor, sino más bien alegría, gozo y gratitud. Miremos a Jesús primeramente en nuestras experiencias pasadas para que se conviertan en un recuerdo con propósito. En ese sentido sean nuestros recuerdos con propósitos de gratitud, alabanza, valoración y admiración a Dios, sea con propósitos de Gozo y alegría en Jesús.

“Ahora Señor” aquí viene la segunda parte del salmo; en la primera parte reconocemos que Dios es quien da sentido las experiencias pasadas porque es su poder, su control lo que se experimenta, y lo que se recuerda es esa realidad, el hecho de que Jesús estuvo allí en mi experiencia pasada. Pero en esta segunda parte el salmista hace una oración profunda de restauración, pide a Dios que intervenga con su mano poderosa haciendo una obra maravillosa para un recuerdo que testifique el poder de Dios. Pide a Dios que los libere, que los haga volver del cautiverio, como hace volver los arroyos del desierto. Esta verdad indica que tanto el pueblo de Dios y nosotros estamos en las manos de Dios, dependemos de él, estamos bajo su autoridad y control. Solo él puede obrar grandemente en nuestras vidas, por ello la oración profunda de restauración.

El cautiverio siempre fue una lección. Un camino, un proceso por el cual los israelitas debían ser disciplinados… Así que lo que está haciendo ahora el salmista es orar para que sea completamente restaurado el corazón de quienes están en el cautiverio volviendo a su ciudad. Que el corazón de los que sean restaurados salte de alegría y gozo. Porque por un poco de tiempo atravesaron por dificultades en el que vieron a Dios como bueno, amoroso, que disciplina por que los ama.

La vida cristiana es un proceso por el cual cada uno de nosotros atravesamos; pasamos por experiencias de cautiverio porque es necesario para que después de todo vayamos reconociendo las grandes cosas que ha hecho Jesús en nuestro sufrimiento. Encontramos sentido a nuestra vida en las dificultades cuando vemos la mano poderosa de Dios y es allí que tenemos el llamado de orar; para que seamos restaurados completamente y volvamos alegres y gozosos sabiendo de que Dios es Fiel… grandes cosas ha hecho el Señor… hay tiempo de llorar y tiempo de reír. El que sembrare con lágrimas, cantando recoge sus gavillas.

Entradas más populares de este blog

Fijando Nuestros Ojos En Cristo